El arte de la sucesión

Queridos líderes educativos,

Sabemos que en el emocionante circo que implica el día a día de un colegio, los líderes educativos sois los verdaderos maestros del equilibrio. Entre planificar el presupuesto, mantener felices a los profesores y a los padres y asegurarse de que los niños no conviertan el patio de recreo en una escena de “Supervivientes”, a menudo se nos olvida que todos los actos necesitan un relevo. ¿Y qué pasa entonces cuando el director de un colegio o un jefe de estudios decide retirarse, cambiarse de colegio en busca de un mejor salario o simplemente tomar un año sabático para dar una vuelta al mundo? Si alguna vez os habéis encontrado en una situación parecida, sabréis que todo se ve mucho menos divertido que en las escenas de batallas épicas por el poder de la serie “Succession” de HBO cuando el legendario magnate Logan Roy se ve obligado a retirarse. No obstante, sí podemos extraer de ese carismático personaje y su problemática progenie más de una lección.

Logan Roy es el patriarca de la familia Roy en «Succession«. Es un hombre poderoso, pero no necesariamente el más agradable. Logan no ha planeado su sucesión, y cuando finalmente se ve forzado a hacerlo, se desata una guerra fratricida en su familia. A diferencia de Logan, que parece lanzar una moneda al aire para elegir a su sucesor, en la educación, la elección del próximo líder no debe ser un asunto de suerte. Debería basarse en una cuidadosa consideración de habilidades, experiencia y compromiso con la visión de la institución. Por ello, tener una política de sucesión bien desarrollada y comunicada se convierte en un documento de igual importancia que cualquier política pedagógica de un centro educativo.

Entonces, ¿qué elementos habría que tener en cuenta para elaborar una política de sucesión?

  • Planificación anticipada: Como en la serie, la planificación es clave. Debe haber un proceso claro para identificar y desarrollar candidatos potenciales para el puesto del líder educativo, incluso si los que ocupan los puestos actuales no planean retirarse pronto.
  • Criterios claros de selección: Establecer los criterios que se utilizarán para seleccionar al nuevo líder, como experiencia, habilidades de liderazgo y visión educativa.
  • Proceso de selección sólido: Diseñar un proceso que incluya a representantes de diferentes partes interesadas y que garantice una selección justa y objetiva.
  • Desarrollo profesional: Ofrecer oportunidades de desarrollo profesional para preparar a los miembros del equipo para una posible promoción. Esto garantiza que haya personas capacitadas para asumir el cargo.
  • Mentoría: Considerar la mentoría como parte del proceso de sucesión. Un líder en funciones puede aprender mucho de un líder experimentado.
  • Transparencia: Todas las partes interesadas, desde el personal docente hasta los padres y alumnos, deben conocer la política de sucesión, entender los procesos y tener la oportunidad de expresar sus opiniones. La opacidad sólo lleva a la desconfianza.

No hay que ser un Logan Roy para entender la importancia de la sucesión en cualquier organización, incluido un colegio. Quién mejor que vosotros, educadores experimentados, sabrá que, en el mundo de la educación, un poco de planificación puede evitar mucho drama.

¡Mucha suerte en la búsqueda del próximo líder!

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